La conjura de los necios ha triunfado

Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Este es el refrán más adecuado al espectáculo de fuegos artificiales que Montilla, Zapatero y Maragall están desplegando en estos momentos por tierra, mar y aire. La reiteración obsesiva de la "normalidad", de la "aplastante mayoría", el mero hecho de que el propi Zapatero haya tenido que salir a asegurarnos que todo ha salido según querían y que los catalanes apoyamos masiva y entusiásticamente el nuevo estatuto, son pruebas evidentes de que el cinismo es una de las bellas artes para esta pandilla. Apenas cuatro de cada diez votantes ha apoyado el texto, pese a tener a favor todos los medios de comunicación y toda la potencia de fuego de la Generalitat y el Estado. Un estatuto que ha pasado de un 95 % de apoyos en el Parlament, a un 50 y poco en el Congreso, a un 40 y pico en el Senado y ahora a un 30 y tantos en el referéndum.

Hay un derrotado clarísimo, y es ERC. Sumados sus votos a los del PP, no ha alcanzado el 21 %. Y el 21 % de un 49 de participación arroja un exiguo 10.29 % de votantes entre ambos. El PP poco tenía que hacer, así es que el fracaso ya lo daba por amortizado. Poco podrán presumir Carod y sus acólitos.

De todos modos, tanto da: la casta política catalana, esos señores que siempre parecen encantados de haberse conocido, ha conseguido sus objetivos. Ya tienen más poder, más dinero, más protagonismo y más capacidad de intervención y control. A partir de mañana, a pelearse nuevamente entre ellos en apariencia, y a abrir nuevas rendijas que anuncien las nuevas reivindicaciones, que quede claro que esto solo es el principio.

En fin, así a vuelapluma no se me ocurre nada más...

Germont