Carta abierta a Pascual Maragall
Tras haber recibido una carta del Presidente de la Generalitat, paso a informar de mi respuesta.
Sr. Presidente de la Generalitat de Cataluña
Pza. de San Jaime
Barcelona
Barcelona a 10 de mayo de 2006.
Honorable señor presidente, muy respetado señor:
Hoy he recibido su carta datada el próximo 12 de mayo en la que me exhorta que el 18 de junio acuda a votar en el referéndum del Estatuto y he quedado gratamente sorprendido de que tan alta magistratura informe a un modesto ciudadano como el que suscribe, de extremos que ni las Cortes Generales ni el Gobierno de Cataluña conocen todavía. Me refiero, naturalmente, a la fecha de la convocatoria al referendo de una norma estatutaria que todavía no tiene la aprobación parlamentaria. Le estoy muy agradecido por la confidencia, que sin duda se debe a sus dotes premonitorias.
También quiero agradecerle la deferencia de que Vd. me escriba en las dos lenguas oficiales, gentileza a la que, ciertamente no estoy acostumbrado en mis relaciones con la administración que Vd. regenta, y a lo que en el futuro no estará obligado por el redactado del mentado estatuto, por lo que intuyo que esta será la última vez en la que Vd. empleará el castellano conmigo.
Sobre las reflexiones que Vd. hace sobre las ventajas que reportará a Cataluña el futuro estatuto, que quiere que le diga Sr. Presidente. Los derechos y deberes ya los teníamos asegurados por la Constitución, por lo que la nueva norma nada nos aporta y referente a que los mayores recursos y competencias obtenidas redundaran en el crecimiento y progreso de Cataluña, no me parece suficiente argumento para justificar el establecimiento de un nuevo cuerpo jurídico tan extenso. Me temo que los recursos se van a emplear en los nuevos organismos previstos en el texto legal, pero como no soy funcionario ni pretendo, en nada me va a aprovechar. Hecho a faltar, eso sí, alguna mención a que el nuevo Estatuto potencie la solidaridad de los españoles, sin cuyo concurso no habrá ni crecimiento ni progreso en Cataluña.
Durante la tramitación del Estatuto no he notado la exigencia de la sociedad catalana a la que Vd. alude en su carta de dotarse de una nueva normativa autonómica. Durante este tiempo si he detectado en la gente con la que me relaciono su preocupación por la vivienda, la emigración, la sanidad, la justicia, en fin, otros temas de menor entidad que a los que a Vd. le motivan.
Desearía hacerle más consideraciones, pero para no abusar de su tiempo, concluyo anunciándole que mi voto en el referéndum será no, por que considero que este no es mi Estatuto.
Le saluda muy atentamente.
Sr. Presidente de la Generalitat de Cataluña
Pza. de San Jaime
Barcelona
Barcelona a 10 de mayo de 2006.
Honorable señor presidente, muy respetado señor:
Hoy he recibido su carta datada el próximo 12 de mayo en la que me exhorta que el 18 de junio acuda a votar en el referéndum del Estatuto y he quedado gratamente sorprendido de que tan alta magistratura informe a un modesto ciudadano como el que suscribe, de extremos que ni las Cortes Generales ni el Gobierno de Cataluña conocen todavía. Me refiero, naturalmente, a la fecha de la convocatoria al referendo de una norma estatutaria que todavía no tiene la aprobación parlamentaria. Le estoy muy agradecido por la confidencia, que sin duda se debe a sus dotes premonitorias.
También quiero agradecerle la deferencia de que Vd. me escriba en las dos lenguas oficiales, gentileza a la que, ciertamente no estoy acostumbrado en mis relaciones con la administración que Vd. regenta, y a lo que en el futuro no estará obligado por el redactado del mentado estatuto, por lo que intuyo que esta será la última vez en la que Vd. empleará el castellano conmigo.
Sobre las reflexiones que Vd. hace sobre las ventajas que reportará a Cataluña el futuro estatuto, que quiere que le diga Sr. Presidente. Los derechos y deberes ya los teníamos asegurados por la Constitución, por lo que la nueva norma nada nos aporta y referente a que los mayores recursos y competencias obtenidas redundaran en el crecimiento y progreso de Cataluña, no me parece suficiente argumento para justificar el establecimiento de un nuevo cuerpo jurídico tan extenso. Me temo que los recursos se van a emplear en los nuevos organismos previstos en el texto legal, pero como no soy funcionario ni pretendo, en nada me va a aprovechar. Hecho a faltar, eso sí, alguna mención a que el nuevo Estatuto potencie la solidaridad de los españoles, sin cuyo concurso no habrá ni crecimiento ni progreso en Cataluña.
Durante la tramitación del Estatuto no he notado la exigencia de la sociedad catalana a la que Vd. alude en su carta de dotarse de una nueva normativa autonómica. Durante este tiempo si he detectado en la gente con la que me relaciono su preocupación por la vivienda, la emigración, la sanidad, la justicia, en fin, otros temas de menor entidad que a los que a Vd. le motivan.
Desearía hacerle más consideraciones, pero para no abusar de su tiempo, concluyo anunciándole que mi voto en el referéndum será no, por que considero que este no es mi Estatuto.
Le saluda muy atentamente.
3 comentarios:
Una carta llena de sentido común, justo de lo que carece Maragall, como ha demostrado a lo largo y ancho de su "eterno mandato". Felicidades y saludos cardiales.
PD:
Te he comentado la carta en Batiburrillo
O sea que quedan catalanes, españoles son seny y sentido del humor. Loados sean los dioses. No todo está perdido.
Pues aquí hay otro que garantiza su rotundo NO al tratado de proliferación de paletos que proponen los nazionatas.
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