miércoles, marzo 08, 2006

Me he cortado el pelo

Y vosotros diréis, y con razón, qué nos importa. Pues resulta que he tenido una larga conversación con mi peluquera y ha surgido el inevitable tema político. Como es lógico, me he pronunciado con las elementales precauciones de alguien que tiene a sus espaldas a una persona que esgrime unas tijeras afiladas. Pero bueno, os sitúo: se apellida Rodríguez García, y sus padres son de Extremadura. Tiene treinta y tantos, casada, con un hijo de cuatro.

El tema ha empezado por alguna referencia a no sé qué producto que he visto por ahí encima, y ella ha saltado con "claro, con la manía que nos tienen a los catalanes..." y yo, que últimamente estoy kamikaze, he respondido "... y que a menudo nos merecemos...". Y a partir de ahí, la de San Quintín: que si estoy harta de que con mis impuestos se paguen las peonadas de los extremeños, que cada vez que voy al pueblo de mis padres están todos ahí en el bar tomando carajillos; que si los peajes de las autopistas; que si pagamos más impuestos que nadie, que si Rajoy odia a los catalanes, que si nos tienen envidia, .... Yo, tomando aire y controlándome las pulsaciones, he optado por mi táctica favorita, que es la que denomino ""táctica del bebé": preguntar incesantemente por qué. Gracias a ella le he desmontado uno por uno todos los lugares comunes, totalmente erróneos, en que se basaba. Finalmente, a la pregunta de "pero de dónde has sacado todas esas ideas", se ha limitado a decir "vox populi, cuando el río suena, agua lleva".

Resulta demoledor: os ahorro los detalles, pero al final ha quedado convencida, al menos, de que no está convencida de nada. Y sin embargo, he salido desazonado por dos evidencias que he constatado: una, que cuando se habla de independencia en principio no se lo toman en serio ("total, no la conseguirán nunca"). Dos, que en última instancia les da exactamente igual. Incluso esta gente, descendiente directa de "españoles", no siente el menor apego por la idea de España, ni por la de patria, ni desde el punto de vista sentimental ni ideológico. Si el concepto "Cataluña" les ha de reportar mayor bienestar económico, ya les está bien.

Así que, queridos, o renovamos urgentemente el "fondo de armario" de nuestros argumentos o estamos perdidos. ¡Han sido abducidos!


Germont

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso se llama alienación cultural, al fin, el dinero invertido por la Gencat en todo esto ha de notarse, no?

Anónimo dijo...

Yo simpatizo con Ciudadanos... incluso me afiliaría muy a gusto: pero creo que no tienen nada que hacer. Hoy en día son los medios de comunicación quienes forman criterio (mejor dicho, no forman, deforman), opinión... y sólo una minoría piensa por sí misma