viernes, julio 28, 2006

VIVA LA REPUBLICA (IV)

¿Por qué triunfó la II República?

La mayoría de los historiadores sostienen que la República triunfó por el desgaste sufrido por la Monarquía, en su apoyo al gobierno de Primo de Rivera. Esta lectura unívoca de los hechos puede completarse con la opinión vertida, en aquel entonces, por Josep Plá, cronista de la época Para él influyó también en el advenimiento republicano el siguiente hecho: la sociedad española, durante el gobierno de Primo de Rivera, alcanzó un desarrollo económico muy notable. El paro desapareció, el poder adquisitivo se incrementó, y la sociedad se acostumbró a vivir bien y sin problemas, muy por encima de sus posibilidades.

El problema vino luego, cuando la crisis del 29. Los españoles se habían olvidado de la estrechez, de la austeridad, de la mesura, y aquella crisis provocó un serio malestar social. Y es que cuando nos acostumbramos a lo bueno….

Con la llegada de la crisis aparecieron, oportunos, los socialistas quienes dijeron al pueblo español: “la culpa de la crisis es de la Monarquía. Con República no habría crisis” Y aquel mensaje caló en una sociedad sumamente cabreada…. La Monarquía fue satanizada por la izquierda y su prestigio cayó ante aquella campaña que la identificaba con el mal, orquestada de manera hábil, oportuna y machacona.

Por eso Plá dice que la caída de la república se debió a tres motivos principales: los españoles se habían acostumbrado a tener “cuarto de baño, calefacción central y beber Codorniu los domingos” Y cuando aquel bienestar se fracturó en 1929…

Pero lo peor vino luego, cuando las izquierdas mandaron en el primer gobierno republicano; sus iniciativas legislativas fueron desastrosas: la Reforma agraria sumó al campo en un caos (un día escribiré sobre ello) La Ley de Términos municipales era conocida en Andalucía como la “Ley del Hambre”. (Y el Himno de Riego era conocido como “La polka del Hambre”) Al poco tiempo de ejercer el poder, las izquierdas estaban absolutamente desprestigiadas: Paro, caos, grave inexistencia de orden público, quema de iglesias, persecución religiosa, amiguismo en la administración, incompetencia de los gobernantes…

Pronto el pueblo español fue consciente de aquel estado caótico, y así lo manifestó en las urnas, en puntuales consultas electorales que hubo al poco de abril de 1931. Por ejemplo: en varios municipios, cuyos ayuntamientos no se habían constituido en su momento, triunfó la derecha; Y en las elecciones al Tribunal de Garantías Constitucionales, el representante de los abogados fue una sorpresa: el elegido fue un monárquico (no recuerdo si el hijo de Primo de Rivera o Calvo Sotelo), pese que durante el gobierno de Primo de Rivera, el Colegio de Abogados fue un fustigador destacadísimo contra su gobierno… (Incluso el banquero March fue elegido miembro de ese Tribunal, sin ser jurista, si bien se presentó candidato (a la fuerza ahorcan) para evitar el acoso a que le sometía los socialitas, quienes antes lo habían metido en la cárcel (“O la República acaba con March, o March acaba con la República”, dijo Prieto, y lo apresaron)

Y es que , a los dos años de gobierno, las izquierdas habían sembrado el caos en España y el parlamento ya no representaba a una opinión pública avergonzada de sus gobernantes y del engaño a que fue sometida.


El modo en que el PSOE satanizó a la Monarquía en 1931, evidencia algo que es habitual en la historia de España: que el PSOE aprovecha siempre una desgracia, un contratiempo (Prestige, colza, 11-M, crisis del 29…) para explotar esa desgracia a su favor.

Bachiller

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