martes, enero 24, 2006

Ajedrez bajo la niebla

Vi., con bastante desconcierto, como las negociaciones, siempre en secreto (algo que ya parece un comportamiento habitual del Presidente Rodríguez Z) parecían llevar a algún tipo de acuerdo entre CiU y La Moncloa para ese tan necesario nuevo Estatut. En esa foto no estaban ni Maragall ni ERC ni la comparsa de IC. El tripartito desaparecía de la foto.
Pocas horas después, ERC hacía un comentario negativo hacia el nuevo redactado del Estatut, consensuado entre el Presidente y Artur Mas.
Hoy, abro el periódico y me encuentro que con que siguen los contactos en solitario de CiU y Moncloa mientras que el PPC de Piqué casi aplaude el nuevo redactado del Estatut.

Hace poco leí en el blog Victoria Prego una hipótesis acerca de los contactos en Mas y Rodríguez Z. Parecía que desde Moncloa, muy posiblemente con el visto bueno de Ferraz (o mejor dicho, previa sugerencia de Ferraz), se pretendía así matar dos pájaros de un tiro: acercar a CiU con el fin de conseguir su apoyo parlamentario y poder así alejarse de ERC. Y quizás, entonces, en un escenario de igualdad entre el PSC y CiU en las futuras autonómicas catalanas dar el apoyo a un gobierno de CiU, a cambio del apoyo en Madrid, a la vez que se aparta la incómoda presencia de ERC y se aleja al no menos incómodo de Maragall. Sacrificar el poder del PSC en Barcelona a cambio de un apoyo más suave en Madrid. Una reedición del pacto PSOE-CiU no molestaría tanto en el resto de España como la presencia irritante de ERC.

Desde entonces los contactos CiU-PSOE han seguido en buena línea y la reunión maratoniana del sábado pasado en Moncloa podría ser una buena muestra de ello. Si las cosas se mueven así habría que reconocer una buena habilidad de Rubalcaba en la jugada y una buena dosis de inteligencia política en Artus Mas. No es nada impensable. El PSOE no quiere seguir mucho tiempo con el apoyo de ERC, es demasiado caro el efecto en las encuestas. Por otro lado, el Tripartito catalán no está dando los resultados esperados y su gestión, aunque nadie en el PSOE lo admitirá públicamente, es patética.

La hipótesis de Victoria Prego no me parece descabellada en absoluto. En ese contexto, el movimiento del PPC hacia una actitud más favorable al Estatut podría ser más fácilmente entendible. Si el PPC es consciente de ese movimiento de fondo, obviamente su mejor alternativa consiste en acercarse a CiU, como ya lo hizo en la última legislatura de Pujol. El electorado natural del PPC es capaz de entender un acuerdo con CiU y es capaz de digerirlo. Cierta parte del electorado lo rechazará para alegría de Vidal-Quadras y del PP en Madrid. Pero el movimiento de Piqué puede ser de más larga distancia. Así si el PPC creciera razonablemente bien en las futuras elecciones, ERC bajara mucho y se mantuviera una cierta igualdad entre PSC y CiU, los votos de Piqué podrían ser suficientes para CiU para gobernar y así tener aún más independencia con el PSOE y jugar al escenario favorito de Pujol, el pactismo con Madrid, sea quien sea quien esté en Madrid. Con dos consecuencias aún más favorables que sería el alejamiento de Maragall del poder y el apartar a ERC de sus delirios.

En ese escenario habría que ver cual es el papel de Vidal-Quadras, por un lado, y por otro, cual es el impacto final de la nueva plataforma-partido político "Ciutadans de Catalunya" (los de Boadella, Espada, Carreras, etc) en el Parlamento de Cataluña.
Lo que si parece claro, desde mi punto de vista, es que todos esos movimientos con el Estatut de fondo son una gran batalla para el poder donde el redactado final del Estatut puede ser solo, y no por ello menos importante, una moneda de cambio. Es difícil saber si el debate sobre la nación catalana es solo un parte del tablero de juego o es el Rey de esa partida de ajedrez. Me inclino a pensar que quizás no sea el peón pero igual no es más que un caballo o un alfil. Una pieza importante pero que se puede renunciar a ella con tal de no perder el Rey, es decir, el poder.

Pero, es muy difícil poder valorar la partida cuando no vemos las caras de los jugadores, cuando una niebla espesa protege el tablero y cuando solo oímos, desde la lejanía de quien ve un partida de ajedrez que se juega en un campo de fútbol y ve la partida desde la última grada, unos rumores distantes, como mucho el atenuado ruido de una pieza que se cae en el tablero cuando quizás la partida ya se ha terminado.

Es la nueva democracia que nos toca vivir, la de los pactos secretos, las reuniones de resultados oscuros y las negociaciones que nadie puede seguir. Es la nueva democracia del talante y la transparencia. En la era de la información sin límites vivimos un proceso Estutario a la luz de una candela.

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