lunes, diciembre 12, 2005

La Constitución pasada de rosca

Quizás, el problema es la "definición de un catalogo de derechos y libertades" y el pretender que eso sea fruto de la definición y administración por parte de la descentralización que quiere llevar esa administración más cerca de los ciudadanos.

Para mí, el problema de la descentralización administrativa no reside pues en que se le diese potestad legislativa a las autonomías, sino que se tenga potestad legislativa sobre derechos y libertades que no por ser definidos por el Estado son verdaderos derechos.

Un Derecho, si se me permite, es sólo aquel que no implica obligación para otros, sólo respeto. El respeto a la propiedad privada no implica que el otro no la tenga sólo que respete lo que no es suyo. El respeto a la vida no implica que el otro deje de vivir, sino que no me mate. El respeto a la libertad implica que mi libertad no obliga a los demás a hacer cosas que ellos no quieran respetando la vida y la propiedad que no son suyas.

No existe un derecho a una vivienda digna. Eso es una bobada. Existe el derecho a la propiedad privada, sea esta en forma de casa de 40 m2 o de 400. Esa propiedad será fruto de mis capacidades y de mi esfuerzo. No existe el derecho a una educación de calidad. No. Existe el derecho a que pueda elegir quién me eduque o eduque a mis hijos y que sea yo el que considere cual es la mejor educación para su futuro. No existe de igual manera a una sanidad pública de calidad. No. Existe el derecho a poder elegir entre todas las posibilidades que me ofrezca mi sociedad, esa sociedad en la que vivo y que gracias a mis capacidades y mi esfuerzo pueda pagar. No existe el derecho a todo ello proveído por el Estado para garantizar unos mínimos. Existe el derecho a la propiedad también como expresión de mi propia y personal generosidad y solidaridad para mis conciudadanos.

El problema de definir derechos por parte del Estado, maldito New Deal, implica que quien se arroga esa potestad tiene en sus manos mucho poder, demasiado poder.

¿Por qué nos extrañamos entonces de que pasen cosas como éstas?

Un saludo. Bastiat

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