martes, junio 19, 2012

Auto suicidio; Sala i Martín en La Vanguardia

17 jun 2012
La Vanguardia
Xavier Sala i Martín X. SALA I MARTIN, Universidad de Columbia, UPF i Fundació Umbele. www.salaimartin.com
Auto suicidio


Desde la página 1 A ver. Pensemos. Si el peor enemigo de un país diseñara un plan para destruir su economía, ¿qué haría? Pues supongo que intentaría desacreditar sus instituciones más importantes para sembrar la desconfianza entre los ciudadanos y que estos dejaran de consumir e invertir.
La estrategia podría empezar por desprestigiar a la primera autoridad (sea rey o presidente de la república) llevándole a cazar elefantes con una señorita alemana. En medio de la cacería le obligaría a resbalar y a romperse la cadera para que tuviera que volver urgentemente a su país. Así todo el mundo vería cómo se gasta decenas de miles de euros en un momento en que sus conciudadanos se hunden en la miseria. Para rematar la faena, forzaría a un familiar próximo (por ejemplo, un yerno) a apropiarse de millones de euros explotando su influencia y luego expondría sus travesuras a la luz pública. Es importante empezar sembrando dudas sobre la conveniencia de mantener en el poder a la primera familia del país.
A continuación exigiría a los miembros del Parlamento que siguieran una regla simple: “Vota siempre lo contrario de tu adversario incluso cuando tiene razón e incluso cuando propone lo mismo que proponías tu en la anterior legislatura”. Es crucial que la ciudadanía pierda la confianza en su clase política.
Seguiría con los más altos órganos del poder judicial. Por ejemplo, haría que el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial se gastara dinero público para pasar fines de semana románticos en la Costa del Sol con su chófer (masculino). Una vez malversado el dinero filtraría las facturas para desatar el escándalo y, acto seguido, haría que los jueces compañeros pusieran trabas a la investigación para proteger a su amigo. Intentaría que eso pasara justo en el momento en que alcaldes, presidentes de comunidades y parlamentos y altos cargos de las administraciones del Estado están siendo juzgados por corrupción... ¡por esos mismos tribunales! La desconfianza en la justicia es el mecanismo más seguro para hundir a un país.
Una vez desacreditado el jefe del Estado, las altas esferas de la política y la justicia, iría a por las élites económicas. Aquí se podría lanzar un ataque contra uno de los empresarios más prestigiosos del país, posiblemente un banquero, destapando unas cuentas con miles de millones de euros en Suiza y, una vez destapado, haría que el Gobierno no le castigara. Además, indultaría a uno de sus altos ejecutivos previamente condenado por sentencia firme.
El siguiente paso consistiría en dilapidar miles de millones de euros de dinero público para evitar la quiebra de unos bancos y cajas por amigos, parientes y correligionarios políticos. Y lo haría justo en el momento de pedir sacrificios y recortes de miles de millones a los ciudadanos. Es esencial que la gente confunda libre mercado con amiguismo incestuoso entre poder empresarial y político.

Sin abandonar el terreno económico, obligaría al Banco Central y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores a autorizar la salida a bolsa de uno de los mayores Bankios del país, a sabiendas de que estaba arruinado. Eso haría que miles de ciudadanos perdieran sus ahorros comprando acciones de una empresa que ya estaba muerta antes de nacer. Para hundir a un país, hay que conseguir que la gente de a pie pierda sus ahorros y que las entidades supervisoras que (en teoría) les protegen, contribuyan a su ruina.
Y finalmente, pondría a un gobierno incompetente a la hora de gestionar problemas económicos. De hecho, lo haría durante dos legislaturas seguidas y con partido distinto en cada una de ellas. Eso demostraría que la incompetencia no es de un solo partido sino de la clase política en su conjunto. Los sucesivos gobiernos negarían las crisis económicas y echarían la culpa de todo a los extranjeros malignos. Como traca final, haría que las autoridades europeas rescataran al sistema bancario del país y obligaría al presidente del Gobierno a negar repetidamente que se trata de un rescate. También le forzaría a mentir argumentando que el rescate no tiene condiciones (o sólo “condiciones favorables”), cosa que los mismos europeos negarían unas horas más tarde. Eso refrescaría la memoria de todos, recordándoles que quienes mandan son los mismos que mintieron con los “hilillos de plastelina” y las “dos vías de investigación”. Es más, cuando la sociedad pidiera la comparecencia del presidente ante el Parlamento para dar explicaciones, le obligaría a decir (sin que se le escapara la risa) que su agenda internacional está tan llena que no hay tiempo para ir al Parlamento... y acto seguido cogería una avión oficial y me lo llevaría a ver un partido de fútbol con cargo al contribuyente. La mofa y el escarnio llegarían a todos los rincones del planeta: “You say tomato, I say bailout”. Esa sería la puya final ya que, unida al desprestigio de todas las grandes instituciones del país, eliminaría toda esperanza de salir del profundo agujero. Los ánimos de la ciudadanía se hundirían, por fin, en la más profunda depresión.
Y ese sería el plan que diseñaría el peor enemigo de uno. ¡Sí! Ya sé que es tan retorcido, maquiavélico y exagerado que parece improbable que nadie nunca lo pueda llevar a cabo... Pero nunca digas nunca porque siempre puede aparecer un país de pandereta cuyo peor enemigo sea él mismo y cuyas instituciones, todas y cada una de ellas, estén dispuestas a desprestigiarse a sí mismas ante el asombro del mundo entero, para conseguir el objetivo común: ¡el autosuicidio!

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Terrible relato que demuestra por la enésima vez que la realidad siempre supera la ficción.

saumen dijo...

Aja nos dice: Solo me "tranquiliza" una cosa: tanta desdicha junta no puede ser obra de una mente privilegiada y siniestra. No hay ninguna tan brillante y capaz. Es fruto de nuestra propia torpeza y escasa tradición democrática. Y por lo tanto la solución depende de nosotros, no hemos de combatir contra sofisticadísimas conspiraciones masónicas.

Eso si: me sabe mal decirlo, pero para mí Rajoy ya es un obstáculo a remover. Sus únicas virtudes supuestas (seriedad, eficacia y previsibilidad) se las ha llevado el viento. Y como de carisma y liderazgo va francamente flojo, pues a mí no me sirve. Y además está últimamente de un chulito que me enerva...

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo, pero ¿quién y por qué procedimiento debería sustituirle ?

saumen dijo...

Aja contesta: Quién? Casi cualquiera. Cómo? Que parezca un accidente.

En serio, no lo sé. Pero necesitamos urgentemente alguien que transmita firmeza y coraje. Alguien que no se hubiese ido a Polionia a ver un partido, que maldita la falta que hacía (y no lo digo por el coste, sino por la imagen), alguien capaz de llamar a Dívar por teléfono y decirle que es un tipo patético y que tenga el honor de irse ipsofacto, pero hace ya tres semanas, alguien que le diga a Mas que si la Generalitat no puede pagar ni las nóminas se deje de chorradas soberanistas, alguien que diga simplemente que los etarras deben entregarse y cumplir sus condenas, alguien que se plante ante el televisor en prime time y diga mirando a cámara, sin leer un folio, y pensando no solo en los españoles, sino en los mercados y en los otros gobernantes, que estamos jodidos pero saldremos adelante con sudor y lágrimas, alguien que siente a la mesa a sindicatos, patronales y partidos y les diga que se acabó la mamandurria, y que a continuación convoque a los presidentes autonómicos a una reunión televisada en directo y les diga que España es más importante que cualquiera de sus comunidades. Y que finalmente haga un llamamiento público al PSOE y le diga que si todo eso le parece bien, tendrá unas carteras ministeriales para levantar juntos la Nación, siempre bajo la presidencia y mayoría de la derecha.

No parece tan difícil, no?

Anónimo dijo...

Efectivamente, no parece tan difícil, pero la pregunta clave es:

¿Quién tendría el valor necesario para decirlo ?

saumen dijo...

Aja responde: That's the question...

Hay que romper el círculo depresivo. Si mostramos determinación y carácter, lo demás vendrá, estoy convencido. Pero hay que ser implacables con la corrupción y el despilfarro. Solo así puede exigirse esfuerzo a los ciudadanos y apoyo a la UE.

saumen dijo...

Bastiat aclara;
Permitidme que en este país ocurre algo verdaderamente trágico: Hay mucha gente que vota al PSOE. Y que pese a vivir uno de los momentos económicos mas boyantes, al menos aparentemente puesto que luego vino lo que ha venido, de la historia de este país bastó un poco de manipulación informativa por parte de la izquierda para que aquellos que no iban a votar a Bambi fueran en masa a darle casi la mayoría absoluta.



El problema en este país.... son los españoles.



Cierto es que si apareciera alguien con los webos necesarios, o con los ovarios, que dijera las cosas claras.... lo mismo nos arremangábamos y nos poníamos a trabajar. Pero en este país, como dijo un economista español en un libro que ahora mismo no recuerdo, existe la tradición de los hijosdalgos, gentes que pretendía ser quienes no eran y pese a no tener patrimonio no vivían para obtenerlo trabajando sino para aparentar. Y en este país, vivir a costa de los demás es algo soñado por muchos. Ese es el principal problema.



Es un país en dónde si alguien obtiene trabajando sus buenos duros se le envidia y en vez de imitarle se le echa tierra encima sólo para tapar nuestras miserias. Es el caso de los panaderos de mi pueblo a los que se les critican porque ganan mucho.... Joer... pues poner vosotros una panadería, ofrecer un producto mejor y haceros ricos... NO. lo suyo es pedir que se les impida…. ganar tanto!!!!!



Hay que cambiar la mentalidad. Y para eso no sólo hace falta contar la realidad sino explicar que sólo sumando voluntades individuales de salir adelante saldremos de esta. Y no pedir que el Estado haga algo.

saumen dijo...

Aja aclara: Totalmente de acuerdo. Pero sigo pensando que para romper el círculo vicioso por algún lado hace falta un auténtico líder. No lo tenemos. Mi decepción con Mariano Rajoy es inmensa, y no porque esperase gran cosa más de él, salvo quizá que me sorprendiera...



Para lidiar con todo ese panorama que describe Sala i Martin hace falta un auténtico titan, alguien capaz de resultar hasta colérico si procede, de limpiar el templo a latigazos aun a costa de granjearse las antipatías de sus propios correligionarios que se vean privados de prebendas y cargos y forzados a ganarse la vida trabajando.



No nos engañemos: no son cosas tan terriblemente dificiles de gestionar, la mayor parte no requiere más que un puñetazo en la mesa. Y lo demás (primas de riesgo, credibilidad, confianza e inversión) vendrá como por arte de magia...

Anónimo dijo...

En completo desacuerdo: A los del PSOE ni agua y menos después de la labor de zapa y de traiciones, por ejemplo en TVE. ahora que están tan eufóricos y crecidos porque piensan que con los socialistas en Francia vuelven a ganar, hay que ponerlos en su sitio y gobernar por decreto ley como hizo ZP en innumerables ocasiones pasándose por el forro al Parlamento ¿cuántas veces acudió ZP a explicarse en las Cámaras atendiendo las peticiones insistentes del PP? ¿de quien ha sido la responsabilidad de la situación económica y de no haber atendido NI UNA SOLA de las más de doscientas propuestas del PP para arreglar algo las cosas?

Hay que PURGAR de submarinos, simpatizantes y tontos útiles los pasillos de la Administración del Estado, aunque haya que llegr a los conserjes, celadores y portamaletas de los aeropuertos porque ellos pueden tener todavía capacidad de boicotear la enseñanza, la sanidad o los aeropuertos como están intentando con los mineros, mientras estuvieron sin moverse siete años cuando ZP perpretaba la supresión de subvenciones y cierre de las minas que no nos valen para nada, repito, el PSOE, no el PP.

LUIS

Anónimo dijo...

A Luis:




No te preocupes, Luis, era una trampa saducea: el PSOE nunca aceptaría

saumen dijo...

Sí aja: el Doctor NO, pero sin James Bond que nos salve.

saumen dijo...

Querido aja, permíteme que disienta; algo hemos aprendido últimamente y es que la Casta Política, no es algo que nos hemos inventado unos cuantos para gozar de un maniqueo. No es algo real; yo ya os he contado mis vivencias de la connivencia entre todos tras un debate cuasi feroz ante los media.

Ahora creo en la asunción primigenia de esa CASTA. Todo por ella y a favor de ella. Aquí no se ha demandado oficialmente a nadie; parece que la irresponsabilidad habida debe quedar en manos de gentes como 'manos limpias', que enredan pero no pasa de ahí. La actuación política convincente es reclamar el daño causado con sus responsabilidades civiles y penales. Pero no hay quien mueva una hoja pues...todos están implicados en mayor o menor proporción. Yo te sujeto los wevos (cómo nos dice Bastiat) y no aprieto, mientras tú no lo hagas. El famoso tema del pistolero Henry Fonda que cuando se va a afeitar, le pone la pistola entre los huevos del barbero y le dice ¿verdad que no nos vamos a hacer daño ninguno de los dos?

PUES ESO con mayúsculas

Saludos

saumen dijo...

Sala i Martín demuestra ser un cachondo incluso cuando apoya a un personaje tan impresentable como Laporta.

Realmente no nos define al Titán; nos dice lo que está sucediendo.

Como para pegarse un tiro.

Saludos de Ángel