lunes, enero 19, 2009

Germont ha escrito este excelente 'sorayismo'
Se explica la anécdota de una crítica teatral que se limitaba a decir “anoche se estrenó en el teatro X la última obra de Fulanito: ¿por qué?”. Me ha venido a la cabeza, aunque no recuerdo el nombre del ingenioso y cruel crítico ni el del desdichado autor, al ver las fotos de Soraya Sáenz de Santamaría en El Mundo. Por más que le doy vueltas, el porqué se me escapa. ¿Qué ha podido pasar por la mente de esta política que aspira a hacer carrera, y que de hecho ha llegado ya muy alto, para posar en condiciones digamos que manifiestamente inadecuadas para un diario de amplia tirada nacional, con la que está cayendo? ¿Qué extraño cálculo político, o qué inmensa torpeza, o qué refinada maldad por parte del diario, se ocultan tras estas imágenes que producen sonrojo?

Bien, en justicia debería decir que al menos me lo producen a mí. Ya sé que lo políticamente correcto exige que no me pronuncie sobre las imágenes en sí, so pena de ser tachado de machista, retrógrado y qué sé yo. Muy hábil ha estado ahí el PSOE dejando claro que no opina, con lo cual ya lo ha opinado todo. Pero qué quieren que les diga, no me voy a privar: no me han gustado las fotos; esa expresión fallida de mórbida provocación; ese cuidadoso despeinado pretendidamente indicador de una noche loca (tal vez en celebración de que por una vez se le aceptase una moción parlamentaria); ese sentarse en el suelo con impostada informalidad; esa apariencia de resaca apenas amortiguada; y ese pie, por Dios, ese pie…

Pero al margen de esa opinión, ¿en qué sofisticado gabinete de imagen han aconsejado a doña Soraya para que en un momento en que Solbes se desmorona reconociendo que el país se hunde en la recesión; en un tiempo en que los ciudadanos pasan diariamente por miles a engrosar las filas del paro; en un instante en que las más sombrías nubes se ciernen sobre la prosperidad nacional; en una fase en que el Gobierno muestra más flancos abiertos que nunca; quién le ha aconsejado, digo, para que opte por aparecer de esa guisa durante varios días en la portada de uno de los mayores periódicos de España? La portavoz de la oposición posando en plan vampiresa de pacotilla (lo de femme fatale, sinceramente, le viene muy, muy grande) mientras a los ciudadanos, los que votan a su partido y los demás, se les hace un nudo en la garganta cuando atisban las perspectivas que parecen abrirse ante ellos…Bien, señores de la oposición, bien.

1 comentario:

Carlota dijo...

Creo que no puedo poner enlaces, así que voy a pegar entero el comentario de entrada en La bitácora de Cora:
La consigna es que no se puede criticar el posado de Soraya, so pena de acusaciones que abarcan desde el machismo radical, al pensamiento reaccionario y un inevitable sustrato carpetovetónico: o sea, aquélla prevención típicamente española contra las modas y las costumbres extranjeras, que por alguna razón desconocida han de ser siempre mucho más trompeteras que las de casa.
Puestas así las cosas, el mando supremo del buen gusto y la estética imperante ordena que la ciudadanía ha de tener las mejores consideraciones para con la portavoz parlamentaria del PP en su actitud de Ava Gardner cual condesa descalza, o como mínimo, referirse a ese episodio fotográfico con palabras neutras y/o comprensivas. Vamos, que no puedes decir que te parece una mamarrachada.
Aun a riesgo de pasar por patán mesetario, o por dejar al vuelo el pelo de la dehesa, mucho nos tememos que el posado de Soraya sólo nos inspira sentimientos frívolos y prescindibles, sin duda porque nuestro concepto de portavoz parlamentario es muy diferente al que pueda tener del cargo Leire Pajín, derretida ante la sacrosanta libertad de Soraya para posar como crea oportuno; por ejemplo, apoyada en el quicio de la mancebía.
Antes de que Pajín incluya estos comentarios en lo que para ella es “una agresión machista a la inteligencia”, nos apresuramos a defender la libertad de Soraya al posado despendolado, al mismo tiempo que la nuestra para decir que ambas las dos hacen más el ridículo que un gorila en pantys. Si hay libertad para ponerse delante de una cámara haciendo cualquier gansada, también la habrá para criticarlo. Al menos antes era así. A lo mejor ahora, con el pensamiento único, nos obligan a opinar lo mismo:
_Chica, Soraya; te vi el otro día de tules y estabas monísima. Un cielo, guapa; un cielo. Avísame cuando salga el calendario para colgarlo en el taller.