lunes, marzo 03, 2008

Ser artista no es mejor que ser panadero o peluquero

Por Germont.


Ser artista no es mejor que ser cerrajero, ni panadero, ni peluquero. Es más, para estos otros oficios son exigibles unas titulaciones, unas prácticas y unas experiencias de las que están exentos los tocados por la genialidad, por las musas, por el soplo del arte. Y a veces ni eso: de muchos denominados artistas tendríamos los mortales, por definición incultos e incapaces de comprender tanta genialidad, una opinión mucho menos favorable que la que ellos tienen sobre sí mismos. De hecho, la excusa de la genialidad hace que a la mayor parte de ellos nadie se pare a preguntarles qué formación tienen: mejor, porque las respuestas no serían precisamente para deslumbrar.

Pero reconozcámosles sin discusión, y ya es mucho reconocer, que les adorna el don de la inspiración, de la creatividad. ¿Significa eso que necesariamente estén más dotados para la opinión política, que dispongan de una mayor información que el resto de los ciudadanos? No, y sin embargo no se recatan en firmar como colectivo manifiesto tras manifiesto, y de proclamar en cualquier entrega de trofeos sus preferencias políticas, dando por sentado que el resto del mundo ha de compartirlas. Tampoco vacilan en excomulgar del credo de los cultos a aquellos que osen pensar de manera diferente. ¿Qué les diferencia del resto de los profesionales de cualquier oficio? Unicamente una cosa, además de la desvergüenza: la notoriedad pública, de la que usan y abusan. Su facilidad para aparecer en pantallas, revistas y escenarios, envueltos en el halo que sólo los ricos, guapos y famosos tienen ante el pueblo llano, muy llano. Hace diez días fueron los de PAZ (Plataforma de Apoyo a Zapatero) y hoy es la PACA, que no sé muy bien en qué consiste, pero también la forman un puñado de artistas salerosos que apoyan a Chaves.

Sencillamente, los cerrajeros o los peluqueros o los panaderos nunca aparecerán firmando manifiestos ni pretenderán que todo su sector, en bloque, está por una determinada opción política, ni se atreverán a pedir que en torno a otro partido se cree un “cordón sanitario”. Entre otras cosas, porque son profesionales que se ganan la vida cuidando a su clientela, y que no viven de la subvención ni del canon. Vamos, que han de ser buenos en su oficio, porque dependen del favor de sus clientes. El lujazo de insultar a la mitad de sus potenciales consumidores tan solo pueden permitírselo aquellos que saben que aunque sus libros no los compre ni Dios, a sus representaciones no vaya ni el tato, y sus películas puedan prescindir de acomodador y taquillera por falta de trabajo, ellos van a cobrar, y por adelantado, jugosas remuneraciones preventivas en forma de subvención.

Dicho de otro modo: no se dejen ustedes impresionar por extensas relaciones de abajofirmantes cuyos nombres les suenen por los programas del corazón: sus opiniones valen tanto, en el mejor de los casos, como las de su peluquero, su cerrajero o su panadero. Sucede, simplemente, que a veces los artistas se acaban creyendo sus personajes, y parece que por aquí más de uno se ha creído que es algo más que un simple mortal.

Germont

1 comentario:

Natalia Efe dijo...

pues no estoy de acuerdo. es cierto que los panaderos y peluqueros necesitan "x" titulaciones, y su labor es muy respetable. De todas formas esas titulaciones, que? Yo estoy a punto de tituarme como artista visual, y el titulo no es lo que me importa, si no la formacion. Un artista pude cambiar la forma de ver de mucha gente y hacer cambios sociales impresionantes. si no, preguntale a john lennon. Si, hay muchos artistuchos farsantes por ahi, pero no son todos. NO VUELVAS A SUBESTIMAR A LOS ARTISTAS. estoy segura que de arte no entiendes nada, si lo entendieras, y lo vivieras, tus comentarios serian totalmente diferentes.