jueves, abril 27, 2006

Ya ni las apariencias

El cuatripartito que gobierna la Generalitat (desengañaos: CiU no es la oposición, sino la cuarta pata del banco) ya no siente la necesidad ni de guardar las apariencias: el hermano del portavoz de la Generalitat será el director de El Periódico. Línea directa. Más directa imposible. Este Joaquim Nadal es portavoz y además conseller de Obras Públicas, y es el mismo que ya tiene a otro hermano colocado como director general.

Ningún problema: la casta dominante en Cataluña es que ya ni disimula. Nada raro, sin embargo: su seguridad es tal que nada tiene que perder, no hay riesgo. Para muestra, un botón que hoy publica el director de La Vanguardia:



"El Partido Popular presentó ayer en el Congreso de los Diputados los más de cuatro millones de firmas recogidas por las cuatro esquinas de España en contra del Estatut d´Autonomia durante varias semanas de actividad partidista. Una campaña que, se pretendiera o no, ha acabado contribuyendo a dañar la imagen de Catalunya en el resto de España. Sobre todo, porque muchas de las cosas que se han dicho durante estos meses se han exagerado para forzar la crítica y, después, porque el PP ha mantenido inalterable su oposición al Estatut desde el pasado mes de septiembre como si no se hubiera producido el debate del Congreso, que acabó provocando el alejamiento de Esquerra Republicana del proceso casi unitario - sólo faltaba el PP- que había en Catalunya. Viendo ayer a los dirigentes populares delante de los leones de las Cortes uno debe preguntarse si era necesaria esta oposición tan dura del PP. Hasta el extremo de que su máximo dirigente en Catalunya, Josep Piqué, ha soportado con algo más que estoicismo y disciplina una estrategia de la que ha discrepado. Llevar el debate del Estatut a la calle ha sido, en mi opinión, un error, porque no hay nada peor en nuestra historia que la guerra territorial en España, que siempre acaba despertando bajas y peligrosas pasiones adormecidas."


Llamo la atención del respetable sobre la frase subrayada, memorable ejemplo de despotismo ilustrado: "llevar el debate del estatut a la calle ha sido un error". Pues claro. La calle, la gente, el pueblo... por Dios, qué van a saber ellos. El debate del estatut nunca debió salir del debate en los cenáculos políticos, entre hermanos y cuñados. Dónde vas a parar, que la gente hable de él, por favor...


Germont

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No han disimulado nunca. Quizás la gente prefería creer que no se atreverían a tanto. Hace mucho ya de cuando Maragall dijo aquello de que "o las cosas son como yo quiero o 'el drama está servido'" Pocas veces disimulan.

Un saludo Piru

vitio dijo...

Ni jamás lo harán.
Saludos!!