jueves, marzo 30, 2006

¿Cobarde o provocador?



O simplemente maleducado. Y porqué no las tres cosas... El presidente Rodríguez, artífice máximo de la bomba de relojería que hoy se somete a votación en el pleno del Congreso, no se ha dignado asistir al debate hasta bien entrada la mañana. Puede deberse a la cobardía intrínseca al personaje, con una enfermiza propensión a humillar a los honestos a quienes nada debe para contentar a los indecentes de quienes depende. Se reserva sin duda para la entrevista que esta noche le hará Antena 3 en horario estelar. Ahí no tendrá que aguantar el chaparrón de Rajoy, y al propio tiempo podrá zaherirle y mentir impunemente sin temor a que le saquen los colores en el acto. Ya le estoy viendo, con sonrisa beatífica y ojos vidriosos, agitando la cabeza como aquellos perrillos que se veían en la bandeja posterior de los coches en mi juventud, haciendo esas interminables pausas entre palabra y palabra que permiten dar una apariencia de solemnidad a lo que solo es vana palabrería, a lo que no son más que mentiras hilvanadas con embustes.


Puede deberse también su ausencia a otra afición no menos enfermiza del eterno adolescente, en feliz definición de Arcadi Espada: la de la provocación constante, la del desafío gratuito y sin riesgo que pretende provocar el estallido de cólera del contrario para, a continuación, pasar a ser por contraste el moderado, el sosegado. No levantarse ante una bandera, no acudir a un debate, cancelar un viaje oficial por cansancio, no recibir a la representación de un millón de manifestantes,... La adolescencia: hacer lo contrario de lo que se espera de él, aunque solo sea por que nadie pueda decir que hace algo por obligación. Rebeldía fatua y estúpida, que cree agradará a un electorado al que, en lugar de intentar mejorar, prefiere obsequiar en sus instintos más primarios y así mantenerlo adicto.

Claro que también puede ser simplemente maleducado, un grosero en grado sumo que ya ha mostrado en reiteradas ocasiones su nulo respeto a quienes no piensan como él, a las normas, a las instituciones y a los principios.

¿Lo dejamos en que nuestro presidente es un provocador cobarde y maleducado?


Germont

1 comentario:

pilar dijo...

Hola Nando, disculpa que no tengamos un correo de contacto en este momento, nos pondremos a ello.
Para lo que desees puedes escribirnos a foroliberal@yahoo.es.
Un cordial saludo y gracias por tu visita
Pilar