jueves, diciembre 01, 2005

Todo por la causa

Otra vez los teletipos de prensa muestran el rostro, ignominioso, de este diputado ultraderechista de ERC, perseverante, que tanto monta un pollo en una piscina de Mallorca, como pretende, fallidamente, una crispación por las calles de Madrid. El caso es armarla.

Este diputado radical no es un jovencito que se mueva por el fragor propio de la juventud; por el contrario es un hombre maduro, aunque de carnes poco trabajadas, según le vimos en bañador; en verano luce un torso fláccido, blandengue y blanquiñoso; en invierno, empero, lo disimula entre camisas pardas y corbatas oscuras…

Sin duda no es un hombre hecho a sí mismo; más bien parece un hombre contrahecho contra sí mismo, en ese caldo de mediocres y arribistas que son los partidos políticos.

Esta extrema derecha de ERC, ridículamente provocadora, es el último reducto nazi de Europa, y debería de prodigarse más en sus apariciones públicas. La imagen esperpéntica de este diputado faccioso, ora flotando asustado entre olas (con el carné en la boca, por si acaso…) ora coordinando a unos tipos con la cara tapada, es la explicación de casi todas las cosas que nos ocurren.

Este bobodiputado todo lo hace por la causa. Una causa que causa risa.

Bachiller

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